Hola.
Como os dije, estos días iba a estar por Zaragoza pero no en
la ciudad si no tirando como hacia Logroño para probar dos menús: uno en un
campo de golf en Pinseque y otro en un hotel de Utebo.
Ya que el día empieza por la mañana, empezaré por el restaurante
con menú de mediodía. Es el restaurante del campo de golf de Pinseque que claro
está, ofrece una amplitud de vistas muy agradable a la vista con ese verde que
salta a la vista. Además, el restaurante está en la primera planta por lo que
la vista es no diré espectacular (no sé si puede calificar así el ver a varios
tipos con ridículos pantalones cortos y zapatos) pero sí que luminoso.
Os explico la teca que es lo importante. El primer día comí
una refrescante y bien condimentada Ensalada de lentejas en vinagreta balsámica
con jamón de pato y me dejé llevar por la gula en el segundo con unos pocos
glamurosos pero deliciosos Huevos fritos con patatas y jamón. Como veis, el jamón fue el tema central de la sesión.
Los dos estaban muy buenos, cada uno en su medida ya que el
equilibrio se puede encontrar en la simbiosis entre legumbre y vinagre y por
otro lado, unos huevos con sus puntillitas y las cada vez más raras patatas
caseras. ¡Cuánto daño está haciendo a nuestros menús las patatas congeladas!
Me tendréis que disculpar pero se me metieron tanto por los ojos los huevos que cuando me acordé de hacer la foto, el plato estaba en el estado que podéis ver.
El segundo día comí la siempre gratificante Ensalada de rulo
de cabra con cebolla frita y salsa de frutos secos y una mejorable Ventresca de
bacalao con salsa vizcaína aunque de correcto sabor. En este caso, todo el protagonismo
se lo llevó el primero dominado por una rueda de camión en forma de queso que
compensada una ensalada cortada con demasiada antelación. Pero lo que le daba chispa al plato era la crujiente cebolla. Cada vez que te lo llevabas a la boca, era como esas peta-zetas de mi infancia pero mezclado con el sabor del queso de cabra (perdonarme, que voy a por un babero).
En la foto no se aprecia correctamente por la perspectiva pero os aseguro que el rulo podría ser patrocinado por neumáticos Continental.
¿Cuál sería el resumen de estos dos días? Pues que por ser un
menú de 9,80 €, sus platos están muy bien presentados, con vajilla elegante, un cierto sentido
estético en la forma y colocación así como una intención de belleza en el
acomodo de los productos. Esto no es una medida Michelin para que nos
entendamos pero sí que mejora bastante la media de los menús. No es el caso,
pero puedes servir menos pero mejor puesto y parecerá que es más.
Del servicio esperar que sean correctos pero no salir de
allí con dolor de estómago por el alud de chistes contados. Cuidadosos con los
detalles como he dicho, su vino de Cariñena es bebible pero sin más
pretensiones mientras que el servicio de agua (Solares) es abundante y de
calidad al igual que los bollos de pan, posiblemente calentados en el mismo
horno (= congelados) pero de buen sabor.
Es de fácil acceso si sabes dónde está pero os digo que es
un buen menú, equilibrado y que seguramente colmará la mayoría de pretensiones.
El que te puedas cruzar con algunos pijos ociosos es un tema secundario. Y si no, que se muera Snoopy.
Raquel
LOS LAGOS GOLF
Camino de Vinales s/n
50298 Pinseque (Zaragoza)
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